Mayo 2014
Cada año y desde que se iniciaron los programas de capacitación técnica agrícola, se acoge a un mayor número de familias de las comunidades vecinas al área en donde opera la empresa minera.
La inversión en estos proyectos también será mayor. De acuerdo con el reporte de la Unidad de Agroproductividad, del Departamento
de Cierre Técnico.
El jefe de la mencionada unidad, ingeniero Jairo González, explica que en esta ocasión se mantendrá la ayuda para los proyectos que ya están en marcha, pues la idea es que los productores se fortalezcan y refuercen las técnicas modernas que les abrirán la puerta a mercados más exigentes.
Sin embargo, agregó, en este año habrá algunas novedades, como es la consolidación de los programas de seguridad alimentaria.
En este caso, se entregarán 10 cabras para producción lechera, las cuales servirán para beneficiar a familias que requieren de este tipo de apoyo.
En el caso anterior se trata de un programa piloto, el cual se viene a unir al de manejo de los huertos familiares, dirigidos también a mejorar las condiciones alimenticias y nutricionales de los habitantes de las comunidades de San Miguel Ixtahuacán y de Sipacapa, en el departamento de San Marcos.
La zona que circunda a la Mina Marlin está habitada por personas de las etnias MAM y Sipakapense, quienes, igual que otros pueblos de origen maya, consideran al maíz como uno de sus principales alimentos. Por esa razón, los técnicos contratados por la mina orientan a los agricultores a mejorar la producción de ese grano.
Y, en ese marco, también impulsan el mejoramiento de la siembra del frijol, proceso en el que el año pasado se establecieron 32 parcelas del grano, cuyas plantas son conocidas como “de suelo”, a fin de evaluar su adaptación y rendimiento. Por ahora se ha iniciado en la aldea de El Salitre y en el caserío Siete Platos, ambas poblaciones en el área miguelense.